sábado, 25 de febrero de 2012

El sentimiento de culpa o la dieta de las acelgas.

Llámalo sinestesia o llámalo tontería, pero para mi las letras y los números tienen colores. Y los sentimientos tienen comidas. Mi sentimiento de culpa se traduce en 300 gramos de acelgas cada noche y una patata. En días como hoy, cuando la culpa me mira desde la estantería y como escrita por Isabel Allende, hay un extra de acelgas y de mantas en mi cama.
Cuando me siento culpable, como acelgas. Me siento culpable muchas veces así que supongo que tengo suerte de que la culpa tenga forma de acelgas y no de chocolate, de tarta o de pizza de queso. No siempre se puede huir de la culpa y a mi la culpa me alcanza cada vez que me paro a pensar. Y con la culpa, las acelgas. Y con las acelgas, el hambre a las dos horas de haber comido, y la consiguiente culpa. Y así un círculo vicioso en el que me metí de alguna manera injusta.
No es un autocastigo, es un equilibrio. Por lo visto la alegría debe ser hipercalórica y mi cuerpo debe estar buscando su punto medio. Llámalo tontería. Que todos lo sabemos. Que el equilibrio es imposible.


julia
(que se declara inocente)

2 comentarios:

Gonzalivsky dijo...

Vaya, este sitio me acaba de encantar.

julia dijo...

A mi tu sitio también me ha encantado salvajemente. El botón de "he decidido odiarte" lo hace todavía más interesante a la par que atractivo. De hecho, puede que haya decidido odiarte o qué