lunes, 26 de agosto de 2013

Volver a empezar

Llega septiembre y volverá, volveremos a empezar, como cada año. Como cada otoño, como el lunes del curso de la gente que adora los lunes porque son principios y nuevas oportunidades. Llegará septiembre y poco a poco volverán los pañuelos, los pantalones largos, los zapatos cerrados, las botas. Volverán los guantes y los bolsillos grandes que guardan dos manos. Los parques serán fríos pero necesarios y cada portal será una habitación de hotel para los que, desangelados, se vean sin casa pasadas las nueve de la noche. El café volverá a estar caliente y tú deberás sentarte a su lado, por norma, como te pedirá por encima de las gafas de ver «enfrente solo a la hora de la comida, por favor» y cogerle la mano izquierda por debajo de la mesa mientras, con tu izquierda, revuelves tu café solo y sin azúcar. Volverán los zapatos con cordones, las camisas bajo el jersey, y bajo la camisa el sujetador con el cierre delantero que puede albergar un mundo nuevo. Los pitillos que se atascan en el tobillo y serán sustituidos por algo que pueda quitarse con un solo gesto, porque todo el mundo sabe que, con septiembre, vuelven las urgencias del invierno.

Todo volverá con septiembre, como todas las cosas que no cambian.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los guantes y los bancos de indigentes, como todos los septiembres.
Anónimo.