martes, 1 de mayo de 2012

A veces.

No me gusta la gente con sombrero, ni el zócalo que une mi suelo y las paredes, ni el seguro de los mecheros Bic que siempre hacen que me queme. Pero si me gusta el vaho que huele a ti e inunda el baño cuando te duchas, las galletas que llevan meses guardadas en mi despensa y el vestido de color negro que llevaba mi abuela en la foto que tenía en la cómoda de la casa del pueblo. Me gusta tanto como me huelen las manos después de comerme una mandarina que me las como solo por eso. Podría pasarme la vida entera observando a un perro pequeño jugar con su dueño pero jamás permitiría que se me acercasen ni sentiría el deseo de acariciarlo. Jamás me perdonaría llegar a la vida de alguien en el momento que le corresponde a otra persona y odio cada instante que no me pertenece y que siento haber robado. Adoro los rizos que no tengo y envidio a la gente que sabe pintar porque me parece la expresión máxima de la belleza y me gusta el olor de las pinturas que utilizan. Guardo los libros apilados sin ningún orden ni concierto y soy de las que disfrutan estando quietas en ídem. Me abruman los silencios y dejan volar mi imaginación mejor que ninguna hoja en blanco. Siempre conservo los tickets de compra pero acabo tirando las entradas de cine que llevo en la cartera y eso me hace temer por mi supuesto romanticismo. Un viejo pantalón me hace desear con furia y con dulzura la experiencia que no tengo y enseguida me enamoro de quien no hace ni caso. Encuentro un absurdo atractivo en las mujeres que andan con los tacones en la mano y aun así parecen altivas y seguras. Prefiero no ver el final de las películas y dejar que las historias mueran por si mismas, condenadas al limbo de lo inacabado. Prometo dejar que leas por encima de mi hombro cada línea que lea mientras esté apoyada en tu hombro o en tu pecho y tendré mucho, mucho cuidado de no pesarte jamás. 
Pero a veces (-¿solo a veces...?) completaré sin poder evitarlo alguna frase que suene a verso y dejes sin acabar (-...gran amor) y estoy segura de que no sentiré ningún remordimiento por ello.

julia

1 comentario:

Gonzalivsky dijo...

No se porque, pero adoro estas líneas.