miércoles, 19 de diciembre de 2012

De lo que nunca debió ser escrito.


Viernes 14.

Qué guapa estoy cuando te entra el miedo a quedarte solo y cuando quieres alguien que te caliente la cama.

Si no hubiese sido tuya, idealizarías cada uno de nuestros momentos juntos y pensarías en mí como quien piensa en la puta de lujo que le acompaña en sus mejores sueños. Si yo no hubiera sido fácil, tú seguirías arrastrándote hacia mí, pensando en quién podría hacerte el amor como hace tiempo que no ves.

Y no te duele. 
Aunque sabes que es tu momento y tu inutilidad hará que pase. Sabes de lo que hablo cuando giro la esquina cada dos fines de semana y paso de largo sin mirar ahí donde me senté la primera vez que hablamos por teléfono y me preguntaste qué tal, y donde planeamos un futuro que ya no quiero, donde me dijiste que vendrías y nunca más te vi. 

Porque un día una aprende que los besos no son contratos y que lo verbal e implícito no tiene cabida en ti. Que ya no es por ti.

No hay comentarios: