Quiero entender mi contrato de trabajo, el disco de Los Beatles que me falta, la edición anotada de Rayuela, una fuente inagotable de edulcorante y nada más.
Bueno. Y que vuelvas. Y que paseemos juntos por Ikea. Hace tiempo que dejé de ser exigente.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
A veces me meto aquí y me castigo un poco, entre estremecimientos de pecho y gargantas raspadas. Una vez me dijiste "No ardas", y aún tengo las cerillas y la gasolina en la mano, esperando a que me digas cuando puedo prenderlas.
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A veces me meto aquí y me castigo un poco, entre estremecimientos de pecho y gargantas raspadas. Una vez me dijiste "No ardas", y aún tengo las cerillas y la gasolina en la mano, esperando a que me digas cuando puedo prenderlas.
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