sábado, 28 de enero de 2012

noches como esta.

En noches como esta, de premonzoneo, de dolor de cabeza, de ritmo cardiaco estable, lo mejor sería cerrar ya el ordenador e irme a la cama con Marsé, con Últimas tardes con Teresa que junto a Rayuela, Factótum y La clase, estrena mi carné de la biblioteca municipal de Zaragoza.
Y es que voy haciendo mia esta ciudad. Con mi calle, mi barrio, mi biblioteca, mi cafetería, mi banco del parque, mi eroski predilecto, mi parada del bus, mis exámenes y mis cartas en mi buzón con mi nombre. 
Mis cosas, mis circunstancias y mi ritmo cardiaco estable, mi encefalograma activo y mi normalidad. Mi cauce.
Desde la estantería me miran Julia y el verano muerto y Julia y la voz de la ballena, pero si Álvaro Ortiz me conociese ahora dibujaría y escribiría Julia y su casa de Siberia. Soy digna de un Julia y... últimamente.

Y, ahora si, Marsé y Teresa me esperan en mi cama.
julia

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